El Centro de Dos Hermanas

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lunes, 9 de marzo de 2009

El Dharma del Calafate

IBN ´ABDUM, un personaje importante en la Sevilla andalusí del siglo XII escribió:

“ Nada es más necesario en el mundo que un cadí (juez-administrador) justiciero (¡y justo!), un notario fidedigno, un buen calafate, y un médico experto y de conciencia, pues de estos cuatro oficios depende la vida del mundo, y ellos necesitan más que nadie ser honrados y religiosos, ya que Dios les ha confiado los bienes y la vida de las gentes."

El mundo se nos escapa de la manos; la información que circula es infinita, no podemos leer todo lo que nos llega a diario al correo electrónico… Nuestra capacidad para entender lo que pasa a nuestro alrededor es limitada. ¿Qué podemos entender entonces?, ¿Cómo podemos abordar la tarea de vivir de una forma honrada y “religiosa”, en este contexto (y que cada uno interprete este término a la luz de su filosofía, su moral y los principios inspiradores de su actuar)?

Hay un término Sánscrito (lengua ancestral de la India que dicen es el origen de nuestras lenguas) que me inspira: El Dharma. Tal como yo lo entiendo, después de leer y meditar en él, es el Propósito de la vida de cada uno…, el propósito elevado, justo y adecuado para que nuestro tránsito por esta existencia tenga un sentido, y, sobre todo, un sentido en relación a nuestra pertenencia a la especie humana y al planeta tierra.

Creo que el primer paso para entender nuestro mundo y actuar de forma “honrada y religiosa”(no hace falta que insista en la precisión, ¿ no?), es contemplar cual es tu Dharma, tu propósito en la vida… Cómo, aprovechando cualidades, virtudes, habilidades y destrezas, aportas algo a los demás y a tu medio, que, a la vez te enaltece como ser humano, y te da profunda satisfacción personal... Te realiza.

Quizá mi Dharma es el del Calafate, que cuida de la Nave donde navegan los demás, para que no se hunda, y así éstos pueden cuidar de su propio propósito, su tránsito honrado y justo por este existir. Quizá por eso me suele tocar en las organizaciones sociales en las que participo esa misión.

A todos mis amigos, compañeros y familia os pido que me ayudéis a entender y cumplir mi Dharma, y que me aguantéis por cuantas veces mi interpretación de esa misión se desvíe de lo razonable y aceptable por vosotros.

Juan Antonio, el Calafate

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